En la industria del marketing, hasta el más diminuto término o frase tiene un poder impresionante y podría acarrear efectos positivos o negativos, depende del uso que le dé la marca. Una nueva palabra ha emergido en la industria mercadóloga, se trata del “blanding”, cuyos objetivos difieren en su totalidad con el popular “branding”.
¿A qué refiere el blanding?
Este “famoso” término hace referencia a un tipo de branding, cuyo propósito es que las marcas se pierdan entre la feroz competencia del mercado, en lugar de resaltar (cómo el branding usual). Por eso, aplicar esta tendencia no tiene gran complejidad, solo se trata de seleccionar un nombre de marca, diseñarlo con tipografía sin terminaciones y agregarle espacios en blanco, disminuyendo su impacto.
Aquellas marcas que deciden seguir esta modalidad de branding usan un tono de voz directo, omiten los logotipos impresionantes, apuestan por elementos gráficos alegres, y los colores llamativos se vuelven su gran esencia.
Tipos de blanding
Del blanding general derivan dos tipos:
- Blanding positivo: basado en un lenguaje visual sencillo e intuitivo, sin ánimos de destacar. Claros ejemplos de este tipo de blanding son marcas de tecnología como Apple, Google y Uber. Sus códigos de branding son muy básicos.
- Blanding negativo: utilizado por empresas que se escudan tras el éxito de otras reconocidas marcas para atraer a su público objetivo. Es decir, adoptan el mismo lenguaje visual de una determinada marca, usan el mismo tono de voz y realizan las mismas acciones. No marcan su propia identidad, son meras copias.
El blanding es una estrategia pasiva para atraer la atención del usuario. Sin embargo, el propósito de su aplicación es lo que podría volverla una estrategia mercadóloga nociva para la identidad de las marcas. Aquellas que lo utilicen como un medio para comunicar un código visual sencillo, intuitivo, jovial y novedoso tendrán más reconocimiento que aquellas que sean incapaces de forjar su propio branding.
Blanding vs. Branding
Mucho difieren los grandes expertos de marketing sobre los aspectos positivos del blanding. Esta estrategia se ha adjudicado como sinónimo de eficacia donde la simplicidad es la manera más sencilla que hallan las marcas para adaptarse a distintas plataformas y pantallas. Sin embargo, no concuerda con los principios generales del branding, cuyo objetivo vital es la creatividad desde el punto de vista del diseño.
La simplicidad no es el problema, el inconveniente es que las marcas deberían ser más explícitas, más originales, más transparentes, más verdaderas y con más distinción. Así opina Thierry Brunfaut, reconocido diseñador gráfico en España, Director Creativo y Co-Fundador de Base, red internacional de estudios.
Si bien el branding es un proceso más complejo donde entran en juego diversos elementos que permiten forjar una identidad de marca atractiva, auténtica y prolija, es lo que la mayoría de las marcas emplean para posicionarse en la mente de su consumidor potencial. Pero no deja de ser la única estrategia, cuando el blanding se usa en su versión positiva, puede conferir estos mismos resultados.
El blanding es una estrategia mercadóloga que, como cualquier otra, tiene sus pros y contra. La clave está en profundizar sus pros y volcar a positivos sus contras.